¿Cómo cambiar la Imagen Personal?

ESO LLAMADO IMAGEN PERSONAL


Todos tenemos una imagen, ya sea buena o mala; todos ejercemos cierto tipo de impacto, ya sea negativo o positivo. 

Todos tienen una reputación, dependiendo del tipo de persona que seamos.

 Día tras día usted acepta o rechaza a alguien al hacer un análisis final de su imagen.

Usted muestra su imagen en su casa, oficina, actividades sociales, inclusive al vendedor de una tienda. Ésta está compuesta por diversas cosas, algunas de las cuales no son de inmediato aparentes. Puede ser bueno con los animales, un buen trabajador en la iglesia, un empleado diligente. Pero si ofrece una apariencia insípida y desagradable, mostrará una mala imagen a la gente. En el lugar de que ésta se sienta un gusto cuando lo conoce, le dará razones para que pase de largo, para deshacerse de usted, dejarlo fuera de la acción, ponerlo a un lado, donde no hay nadie que se lleve con usted fuera de usted mismo… alguien con quien no es muy sencillo poder llevarse.

¿QUÉ ES LA IMAGEN PERSANAL?


De cualquier forma, ¿qué es la imagen? Básicamente es la impresión que se deja en la mente de otros, ya sea que le conozcan bien o que lo vean bajo las circunstancias más casuales.

Supongamos que se encuentra con un extraño; pasa diez minutos con él y quizá nunca lo vuelva a ver. Imaginemos que le piden que lo describa. Usted podría hacerlo de la siguiente forma "Es bajo de estatura  y pesa alrededor de dieciocho kilos más de lo que debería. Tiene el hábito de sonreír sarcásticamente cuando no hay nada divertido. Interrumpe cuando alguien más está hablando. No me agradó”. Sin darse cuenta, ha dado un bosquejo de la imagen pública de ese hombre. Una persona que lo conozca mejor podría describirlo de una forma diferente. "Es una persona pasada de peso y es sensible a ello. Tiene un hábito nervioso de sonreír en forma sarcástica porque no está seguro de sí mismo y quiere agradar a la gente. Lo desea tanto que, en su ansiedad, interrumpe las conversaciones de los otros”. ¿Ve la diferencia?

El hecho es que ese hombre pasado de peso, a quien hemos visto a través de los ojos de dos personas, tiene una mala imagen. El extraño lo rechaza. El que lo conoce siente pena por él. Pero, ¿Qué tal si el mismo hombre, bajo cuidado médico, se deshiciera de ese peso extra que resulta tan poco atractivo? ¿Qué pasaría si aprendiera a mantener su cara en reposo? ¿Si esperara a que los demás terminaran de hablar antes de hacerlo? ¿Si se agradara de sí mismo un poco más? ¡Su imagen sería totalmente diferente!

Usted  presenta una imagen, todos lo hacemos, y si ésta es mala. Está perdiendo la oportunidad de hacer amistades significativas, para lograr una vida social más completa e inclusive un mejor trabajo.

“Quizá en realidad causo una mala imagen -dice usted-, pero así soy yo. No puedo hacer nada al res- pecto".
¡Ah claro que puede! Puede cambiar su imagen tal y como, si hiciéramos una comparación, una antigua casa sin gracia puede convertirse en atractiva y acogedora. A primera vista, parece que no hay remedio para ella. Se deshace del desagradable porche de la entrada, reemplazándolo por una atractiva terraza de la losa grande de embaldosar. Hace que pinten las feas tablas de color verde oscuro de un blanco brillante. Pone hojas contraventana en la parte de enfrente. Y, de repente, el patito feo se convierte en pavo real. No necesitó que se le hiciera cambio alguno.


Usted puede hacer con su imagen lo que el arquitecto hizo a la casa. Hay una gran posibilidad de que su armazón también esté construida sólidamente, lo único que Usted debe hacer es ¡ATREVERSE A INTENTARLO!

ATTE. FERNANDO ROSALES.

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